Letra y música: José A. Alonso
Ven y dame la mano,
no te arrepentirás.
Muy contento y solícito
te enseño mi ciudad.
Hoy es martes, mercado,
y, al filo de las diez,
la escarola en oferta
empieza a florecer.
Se pregonan los precios
para intentar vender
tomates campiñeros
y de la Alcarria miel.
¡Cómpreme estos zapatos!,
¡Le vendo este jersey!
-Lleve esta ristra de ajos.
Los cogí antesdeayer.
Y alegres ciudadanos
navegan –Mire usté-,
sorteando icebergs
en un mar de vermú,
olivas de Jaén,
un trozo de limón
y un chorrito de seltz.
Del Puente a Santa Clara,
de allí hasta San Ginés.
Calle Mayor arriba.
-¡Saludos Don José¡
De las diez a la una,
de la una a las tres
gentes de todas partes
transitan por doquier.
Esta Guadalajara
vuelve a reverdecer
-castellana y políglota,
tolerante otra vez-.
Calles sin ciudadanos
-la hora de comer-.
Se preparan partidas de mus,
puro y café.
¡Hermoso atardecer!
El sol vuelve a caer
sobre los viejos muros
y los hombres de bien,
y sobre las mujeres
que consumen el té,
un cigarrillo rubio
y “ un dime y te diré”.
Y alegres ciudadanos…
Alguien con quince años
-pudiera ser, tal vez –
subirá los peldaños
de San Roque a las diez.
Invierno provinciano:
se duerme mi ciudad,
llueve tras los cristales.
Días de soledad.
Sueño la primavera
que pronto ha de volver
a sacar del armario
tus galas de mujer.
Y alegres ciudadanos…